Nota

Aquí publicamos los artículos de prensa, columna, crónicas, reflexiones, ensayos y demás de la producción textual de Diógenes Armando Pino Ávila.

jueves, 27 de marzo de 2014

La bellaquería continúa

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
La semana pasada el presidente Juan Manuel Santos sorprendió al país destituyendo al alcalde mayor de Bogotá Gustavo Petro en una polémica decisión, no acatando la recomendación que dio el Comité Interamericano de Derechos Humanos y que era de obligatorio cumplimiento, toda vez que la legislación Interamericana hace parte del bloque de constitucionalidad y por tanto parte integral de la Constitución Colombiana.

Dijimos en la columna pasada, que esta era una jugada cantada, pues Santos, como tahúr, jugaba con cartas marcadas. Cuando el ministro Pardo fue nombrado y dijo que continuaría el Plan de desarrollo de la Bogotá Humana de Petro, y que gobernaría con el equipo de trabajo del alcalde saliente, logró con esto mitigar un poco la indignación de los Petristas. Todos le creyeron, de pronto el Ministro encargado de la alcaldía Mayor de Bogotá, fue sincero y esa era su intención, pero nadie contó con aquello de “donde manda capitán no manda marinero” y dos días después Santos hace un Consejo de Ministros para hablar de Bogotá y desconoce tajantemente al equipo de alto nivel de la Alcaldía, no invitó a ninguno de los secretarios de despacho; y después sale con bombos y platillos, con anuncios mesiánicos de que salvará a Bogotá, a esa misma que en tres años no volteó a mirar, a esa capital a la cual le privó de la solución de sus múltiples problemas, pues no acompañó las iniciativas, planes, proyectos y programas que el alcalde Petro propuso en su Plan de Gobierno.

Al momento de escribir esta nota, los progresistas después de argumentaciones muy serias, en compañía de El caricaturista Vladdo junto el ex constituyente Carlos Ossa Escobar y Consuelo Ahumada, que fueron los que inscribieron a Petro, escogen la terna que presentarán al presidente para que nombre uno de ellos como alcalde encargado de Bogotá, esta terna la conforman: María Mercedes Maldonado, secretaria de hábitat, Antonio Navarro, senador electo y Guillermo Alfonso Jaramillo, exsecretario de Gobierno. Son personas de calidades y cualidades calificadas para desempeñar con lujo de detalles la alcaldía Mayor de Bogotá.
“Antonio Navarro Wolff, Ingeniero Sanitario de la Universidad del Valle, realizó estudios de postgrado y se desempeñó como profesor de la misma universidad. Se especializó en Ingeniería del Medio Ambiente en Loughborough University, Inglaterra (1976). Fue becario de la Fundación Rockefeller, del Consejo Británico y del International Development Research Center, IDRC, de Canadá. Profesionalmente como ingeniero sanitario fue asesor del Departamento de Medicina Social de la Universidad del Valle (1972), coordinador del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias para el Desarrollo Rural, CIMDER (1972-1977), asesor internacional del IDRC (1976-1978), profesor de la Universidad del Valle (1972- 1978), director del Plan de Estudios de Ingeniería Sanitaria, en la misma universidad, y consultor privado, ex guerrillero del Movimiento 19 de Abril.”

María Mercedes Maldonado, es la secretaria de hábitat, es abogada de la Universidad Externado de Colombia y ha realizado especializaciones de urbanismos en la Universidad Nacional y en Europa.

Guillermo Alfonso Jaramillo, fue hasta hace algunas semanas el secretario de Gobierno de Petro y en el inicio del gobierno se encargó de la cartera de salud del Distrito, también fue gobernador del Tolima y congresista. Estudió Derecho y se especializó en Derecho Ambiental en la Universidad del Rosario.

No obstante estas hojas de vida, la Secretaría Jurídica de la Presidencia de la República emite un comunicado que dice que el Presidente elevará consultas al Consejo Nacional Electoral, pues según el comunicado hay dudas sobre quién debe presentar la terna, es decir dilatarán los términos hasta después de elecciones ya que Santos candidato presidente quiere ostentar, así sea de hecho y escondido detrás de Pardo, la alcaldía de Bogotá.

¿Podrá Petro contener al pueblo bogotano para que no se rebote ante este atropello? Esperemos para ver cuánta paciencia tiene el pueblo bogotano, porque ya sabemos y tenemos claro, cuán bellacos son los dirigentes del país.


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