Nota

Aquí publicamos los artículos de prensa, columna, crónicas, reflexiones, ensayos y demás de la producción textual de Diógenes Armando Pino Ávila.

viernes, 30 de mayo de 2014

La que pasó y la que se avecina

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Los resultados de las elecciones del 25 de mayo han sido estudiados bajo la lupa de los más connotados analistas políticos que hay en el país, y son muchos los que ostentan este título. Por mi afición al periodismo y mi pasión por la paz he estado atento a los análisis que a cada momento hacen en los noticieros, revistas, periódicos y programas de opinión, en la observación atenta de estos análisis encuentra uno que siempre hay el sesgo maliciosos, la pugnacidad, la inquina y la pasión de quienes emiten estas opiniones, claro, uno entiende que este tipo de tema son de por sí difíciles de tratar en una forma objetiva absoluta, pues siempre estará presente la predilección política del analista, por eso, apelando al pragmatismo y la sabiduría popular prefiero matizar mi concepto entre el decir de esos entendidos y el sentir del pueblo.

viernes, 16 de mayo de 2014

Un curioso modelo de país

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Del 7 de agosto de 2002 al 7 de agosto de 2010, el uribismo nos vendió un modelo de país basado en la fuerza y el sometimiento. Estos vendedores de ilusiones nos hicieron ver que Colombia sería el mejor país del mundo si dedicaba su presupuesto a la guerra. Hubo más militares, más policías, más armamento, más recompensas. Se inició una lucha frontal contra las guerrillas que asolaban la mayor parte del territorio nacional y desangraban las regiones con muerte, secuestro, extorsiones y constreñimiento, la situación era delicada. En este interregno, algunas fuerzas oscuras de la derecha y la ultraderecha aunaron esfuerzos, y en asocio con el gobierno, buscaron la cura para los males de la violencia que nos aquejaba y siguieron el ejemplo de la ciencia, aquella que utiliza el mismo veneno de la víbora para contrarrestar los efectos mortíferos de su mordedura. Alentaron las Autodefensas, es decir un engendro de la violencia para acabar la violencia guerrillera. Un mal curando otro mal, tamaña experiencia tenía que salir mal, hubo masacres, muertes selectivas, extorsión, secuestros, violaciones, desplazamientos, despojo de tierras, constreñimientos y otra gran cantidad de males físicos y morales, producto de esta caja de pandora que se acababa de abrir. En el recrudecimiento del conflicto se les ocurrió dar incentivos a las fuerzas armadas por cada baja que le hicieran al enemigo y el gobierno de entonces exaltaba y condecoraba a los mandos militares, por cada cabeza de guerrillero que llevaran a los pies del que fungía como presidente de la república y que sufría el síndrome de Salomé (La joven hija de Herodias que recibió en una bandeja la cabeza de San Juan Bautista).

viernes, 9 de mayo de 2014

Conocí una mujer maravillosa

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
De niño conocí una mujer maravillosa, toda paz y dulzura, que siendo madre soltera y en su condición de cabeza de hogar tuvo la envergadura y fortaleza para criar sus ocho hijos, los crio a pulso, con su trabajo de hornear almojábanas y galletas. Esta mujer amaba su familia hasta el sacrificio, nunca tuvo una queja por sus penurias, afrontaba la vida y sus dificultades con la dignidad que sólo los escogidos muestran. De sus labios solo escuche palabras de cariño y del amor más limpio y puro que pueda profesar persona alguna, jamás oí de su boca malas palabras. Sus labios siempre lucían radiantes mostrando una dulce sonrisa que desarmaba cualquier travesura infantil.

sábado, 3 de mayo de 2014

En el país del Sagrado Corazón

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Vivimos en el país del Sagrado Corazón, un país con dos mares y todos los climas; donde producimos el mejor café del mundo; donde se dice que tenemos el mejor segundo himno del mundo; en donde los narradores deportivos se desgañitan locutando el tour de france y con lágrimas y llantos narran la epopeya de «los escarabajos»,  jóvenes campesinos boyacenses, que comen panela para potenciar sus piernas y pedalear en sus «caballitos de acero» escalando las cuestas francesas y conquistando los premios de montaña.