Nota

Aquí publicamos los artículos de prensa, columna, crónicas, reflexiones, ensayos y demás de la producción textual de Diógenes Armando Pino Ávila.

sábado, 28 de diciembre de 2013

El pedante y los demás.


Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Siempre he pensado que el ministro de defensa es un pedante. No me gusta el tono como habla. La prepotencia mal contenida de sus juicios. El menosprecio que muestra por los que piensan distinto. La actitud bravucona con que se le atraviesa al proceso de paz. La forma como endilga ligera e irresponsable a la Farc la autoría de cualquier atentado u asesinato, sin que todavía se disipe el olor a pólvora. (no desconozco que las acciones demenciales de la Farc, la han hecho merecedora de este estigma).

Y si Jesús hubiera nacido en Colombia?

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
“1 Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, 2 tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra, 3 he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, 4 para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido”.  Lucas 1: 1-4

La tambora canto primigenio del Cesar

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Aún cuando el tema, por su interés, corresponde a toda “la depresión momposina”, quiero dar mi visión del departamento del Cesar, por ser este donde nací y por tener unas condiciones sui generis marcadas por la música vallenata.  No obstante, planteo la discusión en forma abierta para que a través de la controversia y el aporte construyamos entre todos el marco teórico que permita iniciar el estudio e investigación del fenómeno que expongo, pues sé que en otros departamentos sucede algo similar.

Petro y Torquemada

Por Diógenes Armando Pino Ávila
El Procurador Ordóñez acostumbrado a hacer su santa gana, y a imponer sus criterios y sanciones con la saña del que no tiene quién lo vigile, y por tanto sin tener escrúpulos ni temores, venía destituyendo e inhabilitando a cuanto contrario se le atravesara en su camino. Al mejor estilo de épocas inquisitoriales, a todo el que opinaba o pensara en contrario a su opinión, calificaba como víctima del poder omnímodo de este Torquemada, que por un error de satán vive en el siglo XXI pero que su mentalidad data del siglo XV.

¿Palomas o fusiles?

Por: Diógenes Armando Pino Ávila.
¿Cuándo comenzó la violencia política en Colombia? ¿Cuantos años llevamos con esta penuria? ¿Vale la pena firmar la paz? ¿Es conveniente seguir en guerra? ¿Conozco la historia del conflicto armado? Hagamos un poco de historia sobre este problema que atañe a todos los colombianos.
Algunos historiadores registran que a partir del año 1.946 comenzó la violencia política en Colombia, con la renuncia a la presidencia de la República de Alfonso López Pumarejo, siendo reemplazado por Alberto Lleras Camargo, quien constitucionalmente ostentó la presidencia como designado, convocando elecciones para el mes de junio de 1.946, siendo ganadas por el partido conservador. Este triunfo conservador se le atribuye a la división liberal entre los partidarios de Gabriel Turbay y los de Jorge Eliecer Gaitán, mientras que los conservadores, que no saboreaban las miles del poder desde 1.930, se unieron en torno a su jefe, Mariano Ospina Pérez.

Magia política en la provincia

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Ha iniciado la campaña política colombiana, ya las encuestas empezaron a inundar los medios masivos de comunicación, ya la Tv y la prensa escrita entrevistan a los candidatos y a los políticos, ya la grey comienza a moverse hacia el lado del corral electoral que le ha impresionado, buscando el hierro candente que le pondrá la marquilla política identificadora de esta campaña electorera.

En los bares y cantinas, entre vallenatos, tragos y billares comienza a caldearse el ambiente electoral, el borracho toma ánimos y esboza ideas sesudas que le han escuchado a sus candidatos, las que son rebatidas con mucho ardor por otros borrachos que repiten los argumentos, oídos también, a sus candidatos, ya los cantineros son mediadores expertos para zanjar estas discusiones, (suben el volumen del equipo de sonido o cobran la cuenta) procurando siempre ser imparciales, para no perder clientela, (en eso son expertos).

El matoneo de los de arriba

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Este país del sagrado corazón está desquiciado, si miramos la pirámide social notamos sin mayor esfuerzo el desbarajuste que hay en la parte de arriba, parece como si un maremágnum de locura, de egoísmo y de barbarie hubiera llegado y con la fuerza desatada de un tsunami afectara el juicio de quienes gobiernan y de quienes gobernaron. A nivel de la cúspide se casan las más disimiles peleas, por ejemplo: La Contralora General de la Nación, doctora Sandra Morelli Rico, con su pelo desgreñado y sus brillantes ojos de esquizofrénica festiva, emprende una serie de denuncias contra la augusta calva lucia  del Fiscal General de la Nación, doctor Luis Eduardo Montealegre, y lo denuncia ante la Cámara de Representantes por el supuesto cobro de honorarios a una EPS estando ya ejerciendo como Fiscal.

Los perros de la guerra ladran a la luna de la paz

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Esta semana ha sido crucial para el proceso de paz, la develación por parte del Ministro de Defensa de los supuestos atentados contra el expresidente Uribe y el Fiscal General de la Nación han puesto en primera plana el tema de la paz en boca de la mayoría de los colombianos.
El hecho de que la FARC planee atentados contra figuras públicas no es nada nuevo y que lo hagan en contra de Uribe tampoco, pues dentro de su accionar esta organización guerrillera y dentro de su lógica guerrerista justifica actos demenciales como el de atentar contra una persona. Lo que llama poderosamente la atención es la reacción de la ciudadanía.

Por qué se demandó la cátedra obligatoria de talento vallenato

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Tres jóvenes estudiantes de derecho de la Universidad UNICIENCIAS Extensión Bucaramanga: Diógenes Armando Pino Sanjur de Tamalameque, Eguis Palma de Pelaya y Edelmira Martínez de Barboza demandaron por inconstitucional el Literal c del artículo 3 de la Ley 739 de 2002, más conocida como Ley Consuelo.
El literal demandado reza: c) El Ministerio de Educación Nacional creará la cátedra Valores y Talentos Vallenatos "Consuelo Araujonoquera", de obligatorio cumplimiento en los colegios públicos y privados del departamento del Cesar, a nivel de la Educación Básica Primaria.

Quién es el hombre cesarence?

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Cada pueblo tiene unos rasgos y expresiones identitarias bien definidas que lo hacen diferente de otros pueblos.  En algunos casos estos rasgos trascienden las fronteras de las localidades y abarcan los municipios de un departamento o de una región, y es fácil identificar al nativo de estos pueblos o regiones por esos rasgos constitutivos de su cultura.  No hay que hacer mayor esfuerzo para saber que una persona es antioqueña, pues su habla, costumbres, tradiciones, cultura y comportamiento lo marcan y diferencia del nativo de otras latitudes y hacen que, el otro, se dé cuenta que está ante un paisa. Lo mismo ocurre con el opita, el llanero, el guajiro, el santandereano, el rolo, el boyacacuno, etc. Y, en un sentido más amplio, se da este mismo fenómeno a nivel de las cinco regiones, pues los rasgos comunes del andino, lo diferencian claramente del hombre caribe y el caribe se distingue del hombre del pacífico y este de los hombres de las otras regiones de la patria.

Hemos preparado nuestros bachilleres para la Universidad?

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Hace escasamente dos meses se adelantó en todo el país El Foro Educativo Nacional 2013 cuyo objetivo principal era debatir: El transito del joven que sale del bachillerato hacia la vida social, laboral o a la universidad. En este foro se discutió con ardentía desde diferentes puntos de vista la calidad de la educación que reciben nuestros bachilleres y se planteaban preguntas sencillas y preocupantes: ¿Salen nuestros bachilleres preparados para enfrentar la vida social? ¿Están preparados para enfrentar una vida laboral? ¿Están preparados para ingresar a la universidad?