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Aquí publicamos los artículos de prensa, columna, crónicas, reflexiones, ensayos y demás de la producción textual de Diógenes Armando Pino Ávila.

domingo, 27 de abril de 2014

Petro y Medusa

Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Ahora que Petro ha vuelto a la Alcaldía Mayor de Bogotá, se me antoja mirar ese caso con el deleite con que leo la mitología griega, y comparar a Petro con Poseidón el dios del mar (del mar, porque del mal es otro que ahora tiene credencial de senador), sí, se me antoja ver a Petro como Poseidón y pienso que el origen de sus problemas ocurre cuando sedujo y violó a Medusa ―a la que Píndaro dedico una de sus odas memorable, esa a la que la diosa Atenea en un rapto de celo le transformó sus cabellos en serpientes―
Petro llega a la alcaldía de Bogotá y pone sus ojos en el negocio de las basuras, negocio de rentabilidades desmesuradas que los ricos de la capital, junto con las mafias políticas usufructúan. Petro fascinado por esta rentabilidad del negocio y preso de su sentido de justicia y equidad, resuelve tomar las basuras para hacerla el negocio de la ciudad y de los pobres recicladores, vale la pena decir, que la Corte Constitucional había fallado, con obligatorio cumplimiento para la alcaldía de la capital, que los recicladores hicieran parte del negocio, es decir que se les retribuyera económicamente por su labor.


Pensemos entonces que las basuras de Bogotá es Medusa y que Petro es Poseidón, y al igual que este último, el alcalde viola a Medusa, entonces la diosa Atenea (Los políticos, la burguesía capitalina y las mafias del poder) llenos de rencor y odios, por haber sido tocados en sus intereses, pues no podían seguir enriqueciéndose los unos o recibir coimas los otros, igual que Atenea deciden convertir a Medusa en un monstruo y transforman sus cabellos en serpientes.

Esa Medusa de las basuras bogotanas, tiene en su cabeza, dentro del racimo de víboras, a algunos concejales que se ponían y se oponen a lo bueno y lo malo que propone Petro, y a cada instante encuentran el espacio en la prensa hablada y escrita y en los canales de televisión privados, la oportunidad para despotricar del alcalde mayor.

Otros áspides son el Personero y el Contralor de la capital que se oponen y critican todos los actos de gobierno de la capital. En sus facciones y frases se denota el odio visceral que sienten por Petro, pues en sus denuncias, uno a simple vista no encuentra mérito para tanta alharaca y persecución, es decir, denuncian, atacan, contradicen, señalan, pero uno no ve que haya delito en lo denunciado o por lo menos en nada está Petro untado de corrupción.

Están los medios privados, los canales de televisión RCN, Caracol, CM& y otros crótalos venenosos que difunden especias y generan odios sirviendo de caja de resonancia para que sus pares culebras, culebritas, serpientes y demás esparzan su malevo veneno de la injuria y la calumnia.

Hay una víbora azul, ahora mimetizada en el Centro Democrático que sale a recoger firmas para la revocatoria, esta víbora recibe recursos cuantiosos de la camada de serpientes y pone a muchas personas a recoger esas firmas con el pago de un dinero por cada firma recogida, el negocio para los recogedores fue tan brillante que hicieron la tarea con creces, recogiendo firmas reales, pero para aumentar sus ingresos se dieron a la tarea de inventar la mayoría, al punto del cinismo de inventar la del mismo Petro.

Mientras esto ocurre, hay una peligrosísima serpiente de grandes proporciones parecida en apariencia a una boa constrictora, pero con largos colmillos y veneno letal, es el señor Procurador que agazapado espera en la oscuridad para dar el zarposo fatal, y lo da, destituyendo al señor alcalde, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, envía una dosis de antídoto, pero sale otra culebra desde la presidencia de la república y muerde la carne debilitada de Petro mandándolo a cuidados intensivos.

El tribunal de Bogotá aplica un refuerzo del antídoto y Petro sobrevive, pero Medusa tiene más serpientes en su cabeza y ahora sale el superintendente de industria y comercio, sierpe venenosa, hasta ahora desconocida, y ataca con multas y sanciones económicas al alcalde, pues determina que Medusa debe seguir existiendo en el negocio de las basuras y da seis meses al alcalde para resucitarla o por lo menos devolverle el negocio a las mafias capitalinas.

¡Será que Petro dejará de ser Poseidon y se convertirá en Perseo? ¿Será que con la ayuda de Atenea y Hermes (el pueblo bogotano), que le dio las sandalias aladas, el casco de invisibilidad de Hades, una espada y un escudo espejado (la justicia), este nuevo Petro convertido ahora en Perseo logre cortarle la cabeza a Medusa y tomarla como su propia arma personal?


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