Por: Diógenes Armando
Pino Ávila
«Yo voy a ser como James» es una de las tendencias que dejó La Compa
Mundo Brasil 2014, «voy a ser como James» o «quiero
ser como James» es el máximo sueño de muchos jóvenes y niños colombianos y con
esta ilusión se levantan y se acuestan todos los días, incluso hay padres y
hermanos que apoyan e incentivan este deseo de los chicos que deslumbrados por
la fama de nuestro compatriota cifran sus sueños y futuro en una carrera
futbolística que les haga famosos como James, otros tienen el mismo sueño pero
su referente no es James sino Falcao o Cuadrado, ya son pocos los que quieren
ser Cristiano Ronaldo, Messi o Neymár. En su gran mayoría lo quieren ser por su
fama, algunos por sus gambetas y otros por ser adinerados.
Creo que
tratar de emular a James o cualquier otro de estos talentosos deportistas no es
malo, pues a ellos todo el pueblo colombiano le debe admiración y respeto, pues
han hecho posible el reencuentro con nuestra identidad perdida, han potenciado
la creencia en lo propio y han puesto a pensar a todos los colombianos en que
tenemos valores y potencialidades admirables, y que somos capaces de superar
con tenacidad y disciplina los obstáculos que como nación enfrentamos todos los
días.
No tengo
nada en contra de esta tendencia, pues estos muchachos lograron, en un mes,
hacer lo que nuestros líderes no han podido en toda la historia: Unir a un país
en torno a una bandera, unir a un pueblo en forma monolítica en una esperanza.
Estos chicos demostraron que si es posible vivir en unidad, demostraron que sí
se puede aunar esfuerzos para la construcción de un sueño. Estos muchachos
fueron y son el símbolo de la unidad nacional. Pero al margen de esto, como
educador que soy, yo hago una lectura que mira otra cara de esta situación y me
suscita algunas inquietudes.
Esa
fiebre que dejó el mundial y que contagió a nuestros chicos, debe ser analizada
en profundidad por expertos, pues, en mi modesta opinión, yo veo que nuestros
niños y jóvenes buscan referentes inmediatos, ya que dentro del marco de sus
representaciones no es posible ver un claro ejemplo a seguir en campos como la
ciencia, las artes, la literatura, puesto que la escuela y el colegio no
propician estas expectativas, ni incentivan estas tendencias.
Sería
bueno que se revisara el modelo pedagógico que se sigue en las escuelas
colombianas, sobre todo, las escuelas y colegios de los barrios populares,
municipios pequeños, corregimientos y veredas; y que autocríticamente
revisáramos nuestra propia actitud como educadores y buscar el ¿Por qué los
referentes o modelos que siguen nuestros estudiantes siempre buscan emular a
los deportistas y no los hombres de ciencia, arte y letras? ¿En qué estamos
fallando? ¿Cuál es el punto de fuga en que se desvía la acción formadora en
estas disciplinas? ¿Qué propuestas hacemos? ¿Qué referentes le proponemos a
nuestros alumnos? ¿Nuestro desempeño
docente es o no adecuado? ¿Los contenidos que enseñamos tocan o no los
intereses de nuestros alumnos? ¿Cómo los enseñamos? ¿Con qué elementos?
¿La motivación que hacemos en clase con los
saberes disciplinares, están o no acordes con las expectativas de futuro de
nuestros alumnos? ¿Hay experiencias
significativas en el aula?. ¿En materias como física, química, biología,
humanidades, filosofía, literatura, arte, etc, incluimos temas biográficos de
personas que hayan descollado en estas materias? ¿Proyectamos videos, películas
o promovemos la lectura de textos sobre estos personajes? (no solo decir en qué
año nació o dónde. No solo mencionar las obras escritas, los premios
conseguidos, sino llegar a lo más profundo, ¿Qué implicaciones tuvo su obra
para el desarrollo de la ciencia, la lengua, las artes o qué beneficios ha dado
su obra a la humanidad?)
Otro
interrogante por hacer sería hacia el hogar, pues vale preguntar si como
padres, ¿Estamos guiando a los chicos en la escogencia libre de una carrera
profesional para el futuro? ¿Dentro de las limitaciones económicas y del medio,
proveemos a los jóvenes de los elementos que potencien sus aspiraciones a
futuro? ¿Nos hemos atrevido a decirles que hay otras disciplinas, otras
profesiones, otras carreras en las cuales el chico pueda sobresalir? ¿Hay
libros en casa? (Me refiero a libros actualizados, novelas cuentos, libros
científicos).
Como
padres, debemos proveer a los chicos, libros biográficos o biografías de
hombres y mujeres ilustres (Einstein, Marconi, Tomas Alba Edinson, Leonardo Da
Vinci, Bill Gates, García Márquez, Borges, Dostoievski, Shakespeare, Picaso,
Patarroyo, Saramago, etc.) con esto le despertamos el interés por la vida y
obra de esos personajes y tal vez, traten de emularlos en los estudios. Alterno
a esto, hablarles afablemente de la importancia de la disciplina en el estudio
y en la vida y sobre todo hacerles ver que estos personajes, incluyendo a
James, Cuadrado, Messi, Maradona, Ronaldo, Neymár y los demás han llegado donde
están por su disciplina y sobre todo por su tenacidad, por persistir en su
empeño de conquistar una meta. Indicarles que, si les gusta el deporte, es
necesario y fundamental estudiar y lograr una profesión que sirva de colchón de
seguridad para su futuro. Con esto estamos haciendo patria y fundando sólidas
bases para el futuro de nuestros jóvenes y niños.
No hay comentarios :
Publicar un comentario